Es un fruto carnoso con forma cónica, redonda o globosa, y más o menos estilizadas dependiendo de la variedad.
El color de la piel que predomina es el verde, pero son numerosas las diversas tonalidades que se entremezclan con éste, como el amarillo, el pardo y, en ocasiones, el rojizo. La pulpa es casi siempre blanca y en algunos casos ligeramente amarillenta, de sabor dulce en mayor o menor grado según la variedad y muy jugosa.
Dependiendo de la madurez de la pera, ésta ofrecerá diferentes características de sabor, dulzor, acidez y suavidad o aspereza.
El producto se confecciona a granel, en cestas o alveolo en envases de cartón, plástico, o envases retornables.